15 jun 2020

Estatuas en el espacio público. La apropiación. Capítulo III

    Esto es un no parar.  Desde que escribí sobre las estatuas en el espacio público, no ha hecho más incrementarse el movimiento social en contra de los símbolos racistas, racializadores, de colonización, esclavistas... Son intervenidos, el lenguaje periodístico usa normalmente "vandalizados", las propias instituciones públicas se preguntan y/o las retiran. 
    Es genial que se haya generado, por fin, un debate social sobre estos sujetos que nos rodean. 
    Existen varias opiniones que comparto de cómo hacer una relectura del espacio público. En mi opinión creo que se debe hacer especial atención al contexto urbano y sociológico de cada lugar, como hice referencia en los anteriores artículos, existen diferentes formas de convivencia del arte con su simbología en las plazas de los pueblos, y por extensión en los muesos. 
    De momento de me ocurren cuatro:
  • Retirada y conservación en los museos. Esta es la opción a corto plazo que considero más factible y fácil. Existe un evidente cambio de paradigma social y métodos para preservar, restaurar y posteriormente contextualizar las obras en su interior. Sin contar con la eliminación, me parecería un fracaso formal. En la antigüedad se destruyeron esculturas de dioses griegos y romanos para fundir cañones.
  • Rediseño. Estilístico o formal. Existen miles de artistas coetáneos que pueden sobradamente dotar de nuevos discursos a los monumentos, artistas en muchos casos afrodescendientes. 
  • Cambiar el concepto. Renombrar las esculturas, explicar por todos los medios posibles cómo, cuándo, por qué existe ese personaje, cuántas personas mató, etc. La permanecía de la estatua complementarla con un gran aparato consensuado por la sociedad para dotarlo de contenido didáctico. Como está en la actualidad los campos de concentración nazis.
  • La obra dual, la contrapartida conceptual. Existen ejemplos de convivencia de piezas contrapuestas ideológicamente en el espacio. Por ejemplo, podría alzarse en Bruselas otro monumento de Lumumba en el mismo lugar, con la misma composición y tamaño que la de  Leopoldo II para que exista un equilibrio a la manifestación y carga política del rey. Esto implica aparte de un amplio consenso cotidiano, una confrontación, que si bien para mí comprometida, antropológicamente es extenuante.
    El trabajo de des-colonización tiene un plazo indefinido, es permanente y revisable, pero considero necesaria su realización. Preguntarnos sucesivamente bajo qué ídolos estamos paseando. El negacionismo, o su eufemismo, "revisionismo histórico" me parece estúpido. Si Gandhi era racista, simplemente era racista, podemos añadirlo a su historia. El público debe tener la posibilidad de tenerlo en consideración para elucubrar un discurso propio.
    En el Museo de Rodin existen muy pocas piezas de Camille Claudel, si indagamos un poco en su historia se debería de dar mucho más contexto a su nombre. Otro ejemplo es el del Museo africano de Bélgica, donde según ellos, están sometiendo a escrutinio las piezas e introduciendo nuevas líneas de historia que no sólo deben complementar sino realizar una labor para recabar más información y  poder aprender de la historia de la forma más completa posible. Así sucede en cada museo y monumento, considero revisitar y añadir más conocimiento a cada elemento. Tanto es cuestionable lo expuesto dentro que fuera, y necesitamos todos los referentes a nuestro alcance, de lo contrario seguiremos repitiendo dogmas de ficciones férreas sin posibilidad de cuestionarlas como ha sucedido hasta ahora.


zeroanodino / Diego, Bruxelles 2020


Statues de Léopold II : la force de l’art contre la violence de l’histoire
© Aniss M. Mezoued


Ver esta publicación en Instagram

Part 1/3 On June 3rd, the AfricaMuseum announced its support for the #BlackLivesMatter movement at the museum entrance and on social media. In fact, the museum was established in 1898 as a scientific institution for the dissemination of colonial propaganda and support of colonial activities in Belgium. The museum has long conveyed a message of Western supremacy, deeply rooted in racism. We acknowledge this and we see the fight against racism as part of our own decolonisation process. We regard colonialism as an immoral form of governance, based on military occupation of a country, authoritarian and racist governance, and exploitation of a country's wealth for the benefit of the coloniser. Immediately after our post, some activists condemned our message to support the #BlackLivesMatter movement, because they thought it was hypocritical. Some even felt that we were appropriating a battle that was not ours. Of course, that was not our intention. We regret that this action has offended some people.

Una publicación compartida por africamuseum (@africamuseumbe) el




ANEXO:
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario